lunes, 4 de enero de 2010

Volvieron.

El suspiro del viento azotó los
pétalos de una rosa, mientras mis
pensamientos vagaban en la soledad
de un arrullo. Pensé en ella,
y un rayo de sol les indicó el camino
de vuelta a casa, desde entonces
siguen en mi corazón...

Volver.

Están secas mis lágrimas de tristeza,
están rotos mis sollozos de penumbras
y tinieblas, vuelven los recuerdos del
pasado como fantasmas de cólera,
lanzando bramidos silenciosos
que resquebrajan en pedazos el
latido de mi corazón.
Siento angustia, el ruido no cesa
aun en calma, sumisos sollozos
escapan a tu imagen, que desborda
en mí como un grito en soledad.