jueves, 22 de mayo de 2008

Pasión

Dos sombras aparecen en la oscuridad de la noche, se entremezclan en la intimidad de cuatro paredes, unidas, entrelazadas, abrazadas, sintiendose, descubriendo juntas los placeres del amor, sintiendo ese escalofrio, que recorre fugazmente tu espalda. Quiero y sueño tenerte mía, deseo mirarte y descubrirte hasta ver tu cuerpo, poder desembolver un regalo tan deseado y sentir ese latido... ¡PUM! en mi pecho al ver asomar la tersura de tu cuerpo, tan perfecto como tú, tan infinito como el cielo.